jueves, 13 de noviembre de 2014

¿Quién soy yo?

¡Mamá quiero ser trader! nace como una necesidad de comunicar y mostrar a todo el mundo que el trading (la especulación en bolsa) no está más lejos de nosotros de lo que nosotros mismos queramos alejarlo. 
Para hacer trading no hace falta haber sido de ciencias en el instituto ni haber estudiado Economía en la universidad. De hecho, muchos de los graden traders nunca han llegado a pisar una universidad, porque este trabajo se basa más en practicar, practicar y practicar que en memorizar cientos de páginas. Hay conceptos fundamentales que se deben conocer, pero lo más importante es aprender a ser humilde y reconocer dónde están los errores cometidos, con las esperanza de no realizarnos en ocasiones futuras.





Mi nombre es Águeda Ruiz de la Fuente. En el momento en el que empiezo a publicar este blog (2014) tengo 23 años, y hace dos años y medio que conocí el trading gracias a un buen amigo. Siempre fui una chica inquieta con ganas de aprender mil cosas (no en cuanto a los estudios, lo admito), y cuando mi amigo me comentó que estaba haciendo trading (¿tradi-qué?) quise saber qué era eso y por qué se ganaba tanto dinero con ello. Y lo más importante... ¿cuando empiezo?
Estuve en simuladores medio entendiendo cómo funcionaba  la cosa prácticamente dos años sin dedicarle demasiado tiempo mientras terminaba la carrera y comenzara un máster. 
Soy originaria de Tenerife (Canarias) y allí estudié periodismo. Más tarde me mudé a Madrid para continuar mis estudios con un máster llamado Máster en Comunicación de las Organizaciones y, al ver que tenía que mantenerme, decidí centrarme más en el trading para ganar algún dinero. Yo, más de letras que el abecedario, quería aprender mejor un arte que hasta entonces había pensado que era "pura ciencia".
Hace cinco meses que abrí mi primera cuenta real con unos ahorros que tenía (1000 euros, creo recordar, que para el mundo de la bolsa es realmente poco) y hasta ahora me ha ido bien. Con las ganancias de los primeros meses me compré mis primeros libros y manuales, que sirvieron para que los siguientes meses las ganancias crecieran. 
Y entonces me dí cuenta de que esto era lo mio. De que la adrenalina que se siente cuando salen unos datos de mercado que favorecen las operaciones que has abierto no se puede comparar con nada, y de que el subidón se equipara a una droga. Demasiados datos, demasiadas cosas por aprender, demasiada emoción. Y es que, cuando la bolsa te atrapa, ya no te suelta.


¿Por qué creo que ¡Mamá quiero ser trader! puede ser diferente a las cientos de páginas existentes sobre el trading? Personalmente, quiero tener un ambiente más cercano, y quiero que los lectores de este blog se sientan con total libertad de preguntar las dudas que puedan tener. Aún soy una verdadera novata en este mundo (y es algo que quiero recalcar), pero precisamente ahí puede residir el encanto de este sitio.

2 comentarios:

  1. Gracias Águeda...te seguiré, así aprendemos todos.

    Saludos desde Chile.

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    1. Lo maravilloso (o frustrante, depende de cómo lo enfoques) es que en el trading es imposible dejar de aprender. ¡Gracias por tu comentario!

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